Potencialmente desencadenante de otros problemas de salud física y mental más graves, Profesionales del Servicio de Salud Mental del Hospital Escuela especifican que el Burnout o síndrome de desgaste profesional es un estado de agotamiento mental, emocional y físico que se presenta como resultado de exigencias laborales agobiantes, estrés crónico y/o insatisfacción profesional. Aunque, detallan, esta no es una enfermedad en sí misma, se la reconoce como el detonante de otros problemas de salud física y mental más graves.
El Burnout, también conocido como síndrome de desgaste profesional, fue declarado en el año 2000 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un factor de riesgo laboral, debido a su capacidad para afectar la calidad de vida, salud mental e incluso hasta poner en riesgo la vida del individuo que lo sufre.
Los principales síntomas se generan cuando una persona puede sentirse agotada todos los días, tener una actitud cínica, sentirse desmotivado e insatisfecho con su trabajo. Además, suele estar acompañado por síntomas físicos tales como dolores de cabeza, náuseas y dificultades para dormir.
El Servicio de Salud Mental del Hospital Escuela destaca que es de suma importancia reconocer y tratar tempranamente el síndrome de desgaste profesional. Para ello, en este centro asistencial se brinda orientación psicológica y apoyo y, a posteriori, mejoraría el cuadro clínico y permitiría una pronta recuperación.
Las circunstancias que favorecen la aparición de este cuadro están ligadas a los siguientes factores:
- Sobrecarga laboral, a menudo desplazada hacia tareas burocráticas y marginales.
- Presión en el trabajo con exigencias de rendimientos a través de resultados.
- Poca participación en la organización, gestión, planificación y definición de actividades, carencia de innovaciones laborales e incomodidad física.
- Falta de apoyo de los mandos jefes, que a menudo son responsables de una organización poco afortunada en la que el trabajador recibe poco reconocimiento y está sometido a una gran demanda y control.
- La propia personalidad del individuo.
- Factores laborales o profesionales (condiciones deficitarias en cuanto al medio físico, entorno humano, organización laboral, bajos salarios, sobrecarga de trabajo, escaso trabajo real de equipo, acoso laboral).
- Factores ambientales (cambios significativos de la vida como muerte de familiares, matrimonios, divorcio, nacimiento de hijos).
- La pandemia de COVID-19.
El Servicio de Salud Mental del Hospital Escuela detalla que los síntomas del síndrome de desgaste profesional pueden ser tanto físicos como emocionales. Sobre los físicos se incluyen dolor de cabeza o de espalda, trastornos del sueño, náuseas, tensión muscular y cansancio. Para los emocionales, a su vez, las personas que tienen el síndrome de desgaste profesional se sienten irritables, tensas y desmotivadas. También pueden sentirse indiferentes (falta de interés en las cosas), mostrarse cínicas y con poco contacto social, perder la confianza en su trabajo, sentirse improductivas y sobrecargadas.
El síndrome de desgaste profesional se puede tratar. Al recibir apoyo, muchas personas podrían comenzar a sentirse bien rápidamente. Caso contrario, este síndrome aumenta el riesgo de presentar trastornos psiquiátricos y problemas físicos en el futuro.
Detallan que una terapia psicológica puede ser útil para identificar las causas del estrés y encontrar estrategias para mejorarlas o evitarlas. Para recuperarse del agotamiento también es importante tomarse tiempo para descansar y energizarse fuera del trabajo haciendo actividades placenteras, buscando el apoyo de familiares y amigos, haciendo ejercicio, etc.