Profesionales del Servicio de Infectología del Hospital Escuela de Agudos “Dr. Ramón Madariaga” informan sobre la fiebre amarilla, una enfermedad transmitida por mosquitos, sus síntomas y tratamiento.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos que puede causar síntomas graves e incluso la muerte en casos severos. Es causada por el virus de la fiebre amarilla, que se encuentra en áreas tropicales y subtropicales de África y América del Sur.
¿Cómo se transmite?
La fiebre amarilla se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados, especialmente el mosquito Aedes Aegypti. Estos mosquitos se reproducen en áreas urbanas y periurbanas, lo que aumenta el riesgo de propagación en zonas pobladas.
¿Cuáles son los síntomas?
La mayoría de las personas infectadas con fiebre amarilla no presentan síntomas o solo experimentan síntomas leves similares a la gripe, como fiebre, dolor de cabeza, náuseas y fatiga. Sin embargo, en casos graves, la enfermedad puede progresar a una fase tóxica que causa fiebre alta, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), hemorragias y daño orgánico. Esta fase puede ser mortal.
Prevención
La prevención de la fiebre amarilla se centra en la vacunación. Existe una vacuna segura y efectiva disponible que brinda inmunidad de por vida. Se recomienda especialmente a las personas que viven en o viajan a áreas donde la fiebre amarilla es endémica. Además, tomar medidas para evitar las picaduras de mosquitos, como usar repelente de insectos, ropa protectora y dormir bajo mosquiteros, también es importante.
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla. El manejo de los síntomas se basa en el alivio del dolor y el mantenimiento de una buena hidratación. En los casos graves, el tratamiento se centra en la atención médica de apoyo para controlar los síntomas y prevenir complicaciones.
Importancia de la Conciencia
La fiebre amarilla es una preocupación de salud pública en áreas donde es endémica. La vigilancia de los brotes y la implementación de estrategias de control de mosquitos son esenciales para prevenir la propagación de la enfermedad. La conciencia pública sobre la fiebre amarilla, sus síntomas y la importancia de la vacunación es crucial para minimizar su impacto.